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El potencial de la ganadería de Bolivia: una genética para el mundo

Por: Oscar Durán, médico veterinario zootecnista y técnico en Sanidad Animal del área de Ganadería de Veterquimica Bolivia.

La historia de la ganadería de Bolivia se remonta al siglo XVII (1676) cuando las misiones religiosas jesuitas de Marbán, del Castillo y Barace, ingresan a territorio boliviano colonizando las tierras bajas con una cruz por delante (Combès, 2005). Un par de siglos más tarde, un poblador guaraní del Isoso en Santa Cruz, cuya comunidad vio vacas por primera vez en el siglo XIX, decía que la gente no sabía lo que eran, sorprendidos las viejitas y los viejitos decían que tenían palos en su cabeza (Combès, 2005). Los ejércitos de vacas en las pampas mojeñas o los bosques chiquitanos y chaqueños trastocaron aspectos fundamentales de la vida cultural y agrícola indígena, comenzando por cómo devoraban sin límite los cultivos de maíz (conflicto maíz-vaca), (Cauthin, 2017), llegando a desaparecer de los campos naturales de hierbas que los indígenas usaban para teñirse la cara como el keipepe apetecida por los animales (Ortiz, 2004). Es por esta causa que Combès (2005), afirma que la colonización fue efectiva por las tropas “a cuatro patas” que se desparramaron de forma cerril por las tierras bajas de Bolivia (Cauthin, 2021).


La época “dorada” de la ganadería vendría a mediados del siglo XIX y a lo largo del siglo XX con la venta de carne al interior del país, mercado ligado al auge extractivo de la minería en tierras altas. Así se consolida el avasallamiento ganadero en el Chaco y el desplazamiento territorial indígena (Combès, 2019), entonces surgió y se fortaleció la élite latifundista ganadera: familias de colonos criollos y extranjeros privilegiadas por políticas de ocupación y venta de tierras, además de captura libre de “ganado cerril” (Guiteras, 2011), que “pasaron a ocupar, paulatinamente, las pampas mojeñas con estancias y establecimientos agrícolas”. Los primeros nombres que figuran en este auge ganadero son familias benianas, “como los Velarde, los Melgar, los Mansilla, los Méndez Roca y los Suárez” (Lijerón, 1998, en Guiteras, 2011). Concordante con esto, en la región del Chaco cruceño, el período de bonanza ganadera fue impulsado por el eje comercial intra cordillera que posteriormente se conectaría con el mercado interdepartamental e internacional. En ambos casos, el boom comercial estaba asociado al comercio de ganado, carne y derivados (Healy, 1982). De hecho, hacia 1900, Santa Cruz ya poseía tres curtiembres. En el caso de cruceño, los negocios familiares ganaderos de la época fueron: Casa Schweitzer, creada en 1905 por Felipe Schweitzer; Casa Elsner, fundada en 1905 por Johannes Elsner y Gebhard Gasser (en 1938 esta familia poseía 15 estancias entre Santa Cruz y Beni, con un total de 80.853 ha); Casa Paz Hermanos de Rosendo y Roberto Paz, o el célebre ganadero Cirilo Melgar (Soruco, 2008).


Es de suponer que la selección natural durante este proceso fue determinante dando inicio al mejoramiento genético. Los primeros reportes de importación de razas cebuinas se realizaron en el año 1945 con el objetivo de generar cruzamientos, buscando descendientes con mayor rusticidad, adquiridas en Brasil por las familias pioneras en el departamento del Beni (E. brucnner, 2005). En los años 1960 se realizaron nuevas importaciones de Nelore por parte de familias ganaderas, destacando el Sr. Ciro Añez, el Sr. Osvaldo Monasterio y otros, quienes dieron inicio al surgimiento de una actividad económica sin precedentes en el desarrollo productivo. Estos personajes innovadores fueron los primeros en iniciar gremios o asociaciones de ganaderos que posteriormente se constituirían en federaciones: en 1966, Fegasacruz (Federación de Ganaderos Santa Cruz); en 1968, Fegabeni (Federación de ganaderos del Beni); y en 1975, Asocebu (Asociación Boliviana de criadores de Cebú). Todas ellas dieron impulso a la actividad ganadera, representando y aglutinando a los sectores en defensa de los intereses comunes, con participación de gobiernos de turno con acciones destinadas a fortalecer la actividad agropecuaria con financiamiento de organismos internacionales.


Asocebu es uno de los pilares fundamentales para el registro de animales puros, gracias a sus convenios interinstitucionales locales e internacionales, entre los cuales destacan la Abcz (Asociación Brasileña de Criadores de Cebú) y la Ficebu (Federación Internacional de Criadores de Cebú). Además participa en programas de mejoramiento genético, control de peso (CDP), en pruebas de ganancia de peso (PGP), en alineación genética con DEPs (Diferencias Esperadas de Progenie). Asocebu también brinda asistencia técnica a los socios, y realiza una constante transferencia de tecnologías e intercambio comercial con los productores nacionales y extranjeros. Estas acciones consolidan el importante rol de Asocebu en el desarrollo y valoración de la genética bovina.


De igual forma debemos reconocer el papel de Fexpocruz, la feria internacional más importante de nuestro país en el aporte al crecimiento de la actividad pecuaria. Además, no podemos dejar de mencionar que las asociaciones de ganaderos con las ferias regionales tuvieron un papel importante en mostrar la oferta genética, las pistas de juzgamiento tomaron poder año a año y se consolidaron como las vitrinas donde los jueces destacaban las características económicas de tendencia mundial de la raza, justificando de manera imparcial sus decisiones, esto motivó a una mejora constante, a una evolución permanente para buscar los grandes campeones de la raza.


Cabe señalar que la constante capacitación técnica en la variabilidad estructurales genotípicas, fenotípicas y funcionales, el conocimiento de los linajes, y pruebas de progenie que resultaron del acicalamiento, generaron importantes aportes para identificar animales superiores en los diferentes eventos comerciales. Sin duda alguna, la relación de las cabañas con los técnicos que forman parte del desarrollo genético de las razas cebuinas es invaluable. Gracias a sus conocimientos y experiencias, se lograron individuos superiores cuyo potencial genético se manifestaba en cada evento. Estos resultados no hubieran sido posibles sin los avances en nutrición. La nutrición moderna ha desempeñado un papel importante en la expresión de los genes, y las empresas del sector han desafiado el verdadero potencial de los animales al incluir en las dietas una variedad de propuestas para lograr la máxima respuesta productiva.
Claramente, la raza Nelore es la bandera cebuina que flamea en las principales muestras feriales ratificando que el 90 % del hato tiene sangre cebú (Asocebu), valorando su adaptación, resistencia y capacidad de combinación.


EL 1er congreso mundial de criadores de cebú (Comcebu) fue la ventana que puso a nuestra ganadería en contexto mundial, ratificando el potencial productivo de la raza y conceptualizando el mensaje de carne y leche sustentable, evento que dio inicio con la exportación de genética unificando protocolos sanitarios para exportar semen, embriones y ganado en pie. (Baldomar, 2022).


Otros eventos ratifican que estamos en el camino correcto, las faenas técnicas cuyas carcasas fueron clasificadas y premiadas, valoradas por especialistas extranjeros donde se calificó la edad, cobertura grasa, peso de animales terminados en los diferentes sistemas de producción destacando los mejores lotes de carcasa de confinamiento, pasto y pasto más suplemento, marcaron un hito mostrando la calidad de las carcasas ratificando que tenemos bovinos cebuinos con alta calidad de carne, tal como afirma el presidente de Asocebu, Yamil Nacif (2022).


En los últimos meses, la visita de importantes productores brasileños en busca de genética boliviana, que se clasifica como portadora de genes con cualidades excepcionales, refuerzan esta dirección. Es indudable que estas características hacen que la necesidad de dar estabilidad y seguridad alimentaria, así como aprovechar las oportunidades no puedan detenerse. Desde el año 2018, tras la misión técnica llegada de China, la apertura de ese mercado como el mayor impulsor de la cadena productiva de la carne nacional, que ha registrado cuantiosas inversiones en infraestructura, tecnología para poner la producción nacional como plaza atractiva para satisfacer las demandas. Si evaluamos las exportaciones, la cronología muestra el efecto económico y el crecimiento durante el 2020. El hato ganadero creció en un 3,7 % con relación a la gestión anterior y estamos superando los diez millones de cabezas. Según el gerente general del IBCE (G. Rodríguez, 2022), “el mundo puede parar, pero no puede parar de comer”, afirmó mostrando la oportunidad que existe para satisfacer las necesidades de mercados internacionales.


El mejoramiento es continuo: las modernas técnicas de IATF (Inseminación Artificial a Tiempo Fijo), transferencia de embriones, y la implementación de protocolos reproductivos que han contribuido en acortar los tiempos, generando mayor cantidad de animales con mayor eficiencia alimentaria, buscando el mayor peso en el menor tiempo, seleccionando individuos con mayor resistencia a las enfermedades y que en el campo, tengan la capacidad de transmitir genes mejoradores de la calidad de la carne que expresen y evolucionen favorablemente en los diferentes ambientes. Con todo esto, se ratifica que nuestra ganadería, con el estatus sanitario actual, es genética para el mundo.

Publiagro, 2022

Referencias 

La ganadería en Bolivia, admin, 2018.

Instituto Nacional de Estadística, INE.

La Ganadería en Bolivia, publicación página 7, 2013

Ortiz, E., (2004). Toponimia guaraní del Chaco y Cordillera. Ensayo lingüístico, etnográfico y antropológico. Cuadernos de Investigación 2. Teko Guaraní.

Cauthin M., (2017). Relaciones sociales entre guaraníes y karai en el chaco boliviano. Un estudio sobre las formas de trabajo vigentes en las provincias Hernando Siles y Luís Calvo de Chuquisaca. Tesis de maestría en Antropología Social. CIESAS.

Combès, I., (2019). Hijos del Pilcomayo. Los últimos tobas de Bolivia. Ilamis.

Combès, I.. Etno-Historias del Isoso Chane y Chiriguanos en el chaco boliviano (Siglo XVI a XX) La Paz IFEA/PIEB, 2005

Cauthin M., (2021). Las vacas sagradas de las tierras bajas bolivianas, ayer fue el ganado, hoy lo es el ganadero.

Publiagro, (2022). Culminación del primer congreso mundial del cebú.

Aguilera, Moreno, (2018). Compendio ganadero

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